Camille Saint-Saëns

Camille Saint-Saëns (París, 9 de octubre de 1835 - Argel, 16 de diciembre de 1921) fue considerado en su época uno de los más importantes compositores. Durante el último lustro del siglo XIX visitó Canarias casi todos los inviernos.

Sus prolongadas estancias y su cordial talante comunicativo lo vincularon a numerosas personas de la ciudad, lo que culminó con su nombramiento como Hijo Adoptivo de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en 1900. Fue entonces cuando se le puso su nombre al salón más emblemático del entonces Teatro Tirso de Molina.

De incógnito

La primera vez –de diciembre de 1889 a abril de 1890- vino de incógnito, con el nombre supuesto de Charles Sannois, comerciante o comisionista francés. Pero pronto se vio que era un gran entendido en música: no solo por su conversación, sino porque era capaz de transportar de tono a primera vista cualquier acompañamiento de piano cuando, de manera informal, se prestaba a ello en las tertulias del Gabinete Literario.

Asistió aquel invierno a los ensayos y funciones de la temporada de ópera del Teatro Tirso de Molina. En un ensayo en que faltó el timbalero se ofreció a suplirle, y recoge la tradición que el maestro Bernardino Valle, director de la orquesta, quedó asombrado de su seguridad y precisión. También quiso suplir la voz de Monterone en el Rigoletto, por haber fallado el bajo que había de desempeñarlo en un ensayo, y no lo dejaron.

Finalmente, fue tanta la bulla desaprobatoria y los aspavientos que hizo en una función de ópera desde su butaca de segunda fila de patio que, en un momento dado, Valle paró la orquesta, se volvió hacia el francés y le señaló la puerta para que se callara o se marchase. Mientras el "comisionista" se retiraba, el director recibió una ovación aprobatoria del público. Así se divertía Saint-Saëns mientras le duraba el incógnito.

Pero la fama no perdona. Su desaparición tenía muy preocupados a los periódicos de Europa, y así llegó su retrato a uno de ellos en Las Palmas. El 8 de abril de 1890 se descubrió su nombre en el Teatro Cairasco. Comenzaron los agasajos, y ya para él aquella estancia anónima pierde su encanto, por lo que no tarda en marcharse.

Integrado en la vida de la ciudad

Durante sus visitas a Las Palmas de Gran Canaria frecuenta las casas de las jóvenes pianistas de la burguesía, a las que dedica algunas piezas: el Valse Canariote a Candelaria Navarro Sigala y el estudio Campanas de Las Palmas a Fermina Enríquez. Durante sus estancias en la ciudad participó en numerosos conciertos benéficos y recibió homenajes de diferentes sectores de la población.

El 16 de marzo de 1900, el pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, atendiendo un escrito firmado por numerosos vecinos de la población, acuerda por unanimidad nombrar a Camille Saint-Saëns Hijo Adoptivo de la ciudad.

Nueve años después vuelve a la ciudad y, si lo que pretendía era descansar, lo cierto es que no lo dejaban tranquilo. Los homenajes y nombramientos eran continuos. Así, no es de extrañar que adelantara su despedida. Se marchó definitivamente el 3 de marzo de 1909 en el vapor francés Plata con rumbo a Marsella.

La integración de Camille Sain-Saëns en la vida social y cultural de Las Palmas de Gran Canaria es total, algo que quedó de relieve en sus siete viajes a la ciudad en cada uno de los cuales estrenó sus piezas para piano, como el Valse Canariote y Campanas de Las Palmas; inauguró el órgano de los claretianos, tocó el órgano de la Catedral, estrenó su Sonata de violín y piano, acompañando al gran violinista grancanario José de Avellaneda; realizó varios conciertos a beneficio del Hospital de San José y de la Sociedad Filarmónica, donde se hizo acreedor al reconocimiento de la entidad y que le nombró Presidente de Honor.

En 1987 el artista grancanario Juan Borges Linares realizó una escultura de cuerpo entero del compositor francés, ubicada ante el Teatro.

El 30 de octubre de 2012, la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria celebró en el Teatro Pérez Galdós un concierto homenaje en honor a Camille Saint-Saëns bajo el título Los inviernos en Gran Canaria de Monsieur Sannois.